El
movimiento JEHN-CEDEHCA organizó en Bilwi El Foro Regional contra la
violencia hacia la mujer y la trata de personas, bajo el lema “Mi
cambio hace la diferencia, vivamos sin violencia”.
Al foro asistieron autoridades municipales, miembros de instituciones
del estado, la Policía, la Fiscalía, medios de comunicación y
miembros del movimiento JENH-CEDEHCA de los diferentes municipios de
la RAAN.
El
objetivo principal del foro fue
promover la eliminación de cualquier tipo de violencia hacia la
mujer y la trata de persona como una responsabilidad compartida.
Escuelas, instituciones públicas, organizaciones de la sociedad
civil y todos los miembros de la comunidad deben unirse a esta lucha
y no sólo responsabilidad de mujeres aprender a protegerse.
La
trata de personas es un problema social en
América Latina y lamentablemente Nicaragua, no es la excepción.
Consiste en el delito de “captación,
transporte, traslado, acogida o la recepción de personas,
recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza, al rapto, al fraude,
al engaño, al abuso de poder y otras formas de coacción”,
comenta Alejandro Brooks, Coordinador de Programas y Proyectos de
CEDECHA en Bilwi.
Este
año han desaparecido 28 persona,
en su mayoría niños, niñas o adolescentes. La trata de personas es
el tercer delito más grande de crimen organizado en el mundo,
después del tráfico de drogas y armas.
En
la Región Autónoma del Atlántico Norte de Nicaragua carros y
camiones con maderas son controlados por la policía y miembros
del ejército que reguardan fronteras entre territorios para evitar
el tráfico de maderas preciosas. Y cuando se trata de un carro o un
camión con niños, niñas o adolescentes pocas veces o nunca será
detenido por las mismas autoridades para cerciorarse que viajan con
un familiar responsable de su bienestar.
Aumentar
el control
en el transporte de personas a través de las fronteras, municipales,
regionales y nacionales es una de las maneras más importantes para
detener este tipo de delito. “Si
la madera debe tenerse en cuenta en los cruces fronterizos para el
gobierno, ¿Por qué no los pasajeros?”,
demandan miembros del Movimiento JENH-CEDEHCA.
La
violencia hacia la mujer constituye un problema social que destruye
hogares
día a día, donde en ocasiones la muerte es el desenlace final para
la víctima. Existen varias medidas que han sido iniciadas para
ayudar a mujeres que son víctimas de violencia pero el problema es
más frecuente en zonas rurales, donde el control es mínimo, las
ofertas de atención a víctimas es escaza y la información sobre
los derechos de mujeres es poca o en algunos casos inexistente.
Lamentablemente,
la violencia hacia mujeres es un problema bastante profundo. Un hogar
donde se presentan casos de violencia brinda las condiciones
necesarias para aumentar las posibilidades de crear un círculo de
convivencia bajo la influencia de la violencia.
Es un deber todas
y todos asumiendo la responsabilidad de denunciar situaciones de
agresión y violación del derecho a vivir sin violencia en nuestro
hogar, escuela y comunidad.
Demandando
de hecho… Lo que es nuestro por derecho.